Aquí hablo de libros y comparto mis cuentos. Para hablar un rato sin mover los labios
jueves, 15 de enero de 2009
Desfiguradas
Tras quince horas de trabajo en las que se sucedieron casi todas las adversidades posibles: frío, hambre, desazón, carreteras heladas, contraórdenes, cansancio... un pensamiento me acechó mientras caminaba (me arrastraba) hasta casa. Fue justo en mitad del Puente de Santiago, con todo el cierzo helado de la noche a mi merced. Realmente fue una imagen la que se apareció. Primero en mi sombra, y después continuó creciendo hacia el río... ¿habrá llegado ya al mar? La escena no era otra que la de la campesina de Millet en el Ángelus, pero en la versión daliniana... ¡Esa era yo! Cansada, desfigurada, postrada ante lo inevitable, delirante, casi oxidada,... ¿casi olvidada?...
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noooo, nunca! olivadada nunca!estaríamos buenos. qué traicionera es la niebla del ebro cuando sube por la noche. hay a quien le da paz y a otros les produce espejismos.... el frío, el hambre y las ganas de llegar a casa te harían tener visiones pictóricas. y no creo que la aventura con el amigo de norit haya facilitado las cosas.
ResponderEliminarmecachis con lo del concierto...
nosotros no te olvidamos...y cuídate, que no es bueno trabajar tanto ( ya sé que peor es no trabajar nada ).
ResponderEliminarUn día de mucho trabajo y adversidades varias tiene esas cosas...
ResponderEliminarY no sé qué es lo que quieres decir con eso de, ¿casi olvidada?. Para mí ya sabes que no es así. Y para muchos otros tampoco. Y si alguien que esperas no se acuerda de ti, él se lo pierde...
Un abrazo inolvidable.
fdc
He conseguido arreglar el ordenador!! y he conseguido publicar!
ResponderEliminarpasa buen finde H!