El hombre verde te mira desafíante. Sin pestañear. Te reta desde la distancia. No habla, pero su silencio verde intenso es un grito ensordecedor. Para llegar a él debes caminar en línea recta. Y mejor no mirar a los lados. Los leones de ojos brillantes están calmados como gatitos. Aunque mejor no fiarse. A un guiño del hombre verde, correrán a despedazarte. Casi le tocas ya. Estás a cuatro pasos de alcanzarle y plantarle cara. Frente a frente. Él y tú. Pero no juega limpio. Su presencia empieza a esfumarse. Los leones se preparan para devortarte. En unos segundos, el hombre será de color rojo y tú estarás muerto. Corre, corre,...
P.D. El color ámbar ha sido secuestrado. Los semáforos ya no disimulan sus intenciones. Son una ruleta rusa en verde y rojo. ¿Cruzas?
Hola Ana, estaré encantada de estar en tu directorio y pasa por mi blog cuando quieras,
ResponderEliminarbesicos,
Hache
Habrá que arriesgarse a cruzar...
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