No puedo tener plantas de exterior (en mi casa actual, no hay exterior) pero un pequeño poto me acompaña desde mi exilio, allá por 2008. Era solo una hoja cuando la cogí de mi vida anterior y me fuí sin mirar atrás. Intenté que creciera y se multiplicara, sería una señal de que las dos habíamos sobrevivido.
Estuvo más de un año aletargada, la cambié de maceta, de tierra, de abono, de situación,... Sin novedad. Ni moría, ni crecía. Y de repente, comenzó a dar el estirón. Ya se ha mudado de casa dos veces y aunque su espacio es pequeño, tiene luz y está siempre cerca de mí. No hablamos ni nada de eso, no os penséis, pero aquí estamos, sobreviviendo y yo diría que muy bien.
Hoy, con la tormenta, he abierto la ventana de nuestro pequeño cuarto y sus hojas se han asomado afuera, toda ella se ha teledirigido hacia la noche y la lluvia. Y ahora que ha cesado, sigue ahí con ganas de más. La dejaré pasar su primera noche (semi)fuera de casa, creo que con sus diez hojas y una en camino, se merece eso y más. Quizá, ¡esta canción! ¿Te gusta, plantita?
Love of lesbian. Algunas plantas
