domingo, 19 de abril de 2020

#Cuentocontigo. Princesa frustada

Siempre quería ser la princesa del cuento, pero por su carita de gato siempre la elegían para hacer de animalito. En sus diez años en el colegio fue ardilla, perro, oso, dragón pequeño, gato parlanchín, medio elefante, burro Platero, koala y langostino. La princesa siempre vestía de rosa, brillaba en el escenario, bailaba y todos decían.... ¡Oh, qué hermosa es! En cambio, ni de ardilla, ni de koala y menos de langostino ella consiguió despertar la emoción del público. Tal vez por eso, con quince años dejó de creer en cuentos de hadas y se dedicó a cuidar de todos los animalillos que encontraba. Perros abandonados, pajarillos que caían del nido, gatos hambrientos,... y hasta sapos, a los que por supuesto, nunca besó.